Visita guiada a los almacenes del Museo del Traje.

El Museo del Traje de Madrid está de retiro estival, pero no todo, sólo la Exposición Permanente, recogida en los almacenes hasta el 2 de octubre para poder realizar los trabajos necesarios de acondicionamiento de las salas. El resto del Museo sigue su actividad cotidiana ajena a los visitantes, como en cualquier otra época del año. En cambio, durante estos meses de verano los visitantes vamos a tener la oportunidad de experimentar sus colecciones de una forma inusual, que seguramente va a cambiar por completo nuestra percepción del Museo: a través de sus almacenes.

Partiendo de que la Exposición Permanente sólo muestra un 1% de las cerca de 120.000 piezas de sus fondos, nos invitan a pasear por el interior del Museo y ver de primera mano el proceso que sigue cada una de las piezas, desde que llega al Museo hasta que se almacena o se expone. El jueves 12 de julio estuvimos en la primera de estas visitas guiadas, de la mano de Juan Gutiérrez, responsable de la colección de indumentaria contemporánea, y os contamos nuestra experiencia a continuación.

Introducción histórica

La colección histórica de indumentaria de los siglos XVIII y XIX procede de diversas donaciones, como la de la noble familia catalana Güell, que constituyen una buena base de la colección.

Esa colección fue parte de una compilación mayor reunida en 1925 para una gran exposición titulada Exposición del Traje Regional e Histórico, centrada en los estudios folkloristas de la indumentaria regional española, que en ese momento ya empezaba a captar la atención de los investigadores.

Todas estas piezas fueron el origen del primer «Museo del Traje» en 1927 y más tarde del nuevo Museo del Pueblo Español fundado en la República en 1934, como museo etnográfico; es decir, con todo tipo de materiales de las regiones de España. Durante la mayor parte del franquismo permanece cerrado al público, pero sigue acopiando materiales sin interrupción. El antropólogo Julio Caro Baroja, fue uno de sus directores durante once años, dejó catalogadas alrededor de 20.000 piezas, y proyectaba un curioso museo al aire libre construyendo diferentes casas regionales y un edificio central de exposiciones.

El Museo del Traje actual se abre en el año 2004, siguiendo una tendencia internacional de integrar la moda como una parte más de la cultura, y para ello recupera toda la colección reunida a partir de 1925. En ese momento la colección ya tiene 80.000 o 90.000 piezas que se han ido recopilando en todos esos años. 

El edificio fue pensado desde el principio como museo, y albergó el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) desde su inauguración en 1975 hasta la apertura del Museo Reina Sofía. Fue diseñado por el arquitecto Jaime López de Asiaín siguiendo el ideario del Movimiento Moderno, -seguro que sus formas y volúmenes os recuerdan a los edificios de metal y cristal que hizo célebres Mies van der Rohe-, con grandes salas de espacios diáfanos preparados para las posibles grandes piezas de arte. Cuando se decidió la apertura del Museo del Traje, aunque ya había mucho ganado por la estructura del edificio, hubo que adaptarlo a la fragilidad y sensibilidad de los materiales textiles con una nueva arquitectura interior, teniendo en cuenta que los textiles no pueden recibir luz directa, que el almacenaje es diferente al de otras obras de arte, y otros aspectos de conservación.

Itinerario de una pieza

Estamos en la planta sótano del edificio, bajo unas enormes tuberías metálicas de las instalaciones, con las luces de fluorescentes típicas de cualquier nave industrial, carteles de anteriores exposiciones por las paredes, y el personal que trajina por los pasillos, y toda esta introducción histórica, contada en poco más de cinco minutos, nos ha cambiado ya completamente la idea del Museo. A partir de ahora os contamos el proceso más técnico, el camino que sigue una pieza textil por los diferentes talleres.

Las piezas que se reciben, ya sea de donaciones o compras, pasan por talleres para una primera inspección visual, y un primer estudio para su catalogación y evaluación, con el fin de determinar si necesita una preparación especial o restauración. Hay que preparar las piezas para eliminar cualquier hongo o insecto, por ejemplo, para afianzar su conservación y que no comprometa el estado del resto de piezas.

Cada pieza puede tener dos destinos diferentes, almacén o exposición, dentro o fuera del Museo, y en cada caso lleva un tratamiento diferente, y pasa por talleres diferentes.

Taller de Costura

Para almacenaje se confeccionan manualmente las fundas, se forran las perchas, se hacen cajas para las piezas que necesitan estar en plano, y los rellenos a medida.

Taller de Volumen

Si se van a exponer necesitan un maniquí. Para las piezas anteriores a 1950-60, cuando toda la indumentaria se hacía a medida de las personas, se hace un maniquí también a medida. Son maniquíes invisibles, pues están cortados exclusivamente para cada pieza. Cada uno lleva una semana de trabajo y quedan adscritos a la pieza. En este taller hay todo un estudio de volúmenes siguiendo la evolución de las siluetas del cuerpo en los distintos periodos históricos. Es un trabajo artesanal, muy laborioso y muy cuidado; hasta se forran los límites del maniquí con los mismos colores de la pieza, normalmente con tintes naturales y se hacen los faldonajes, miriñaques, polisones, etc.

¡Estamos aprendiendo un montón de vocabulario nuevo!

Taller de Sastrería

Aquí se siglan las piezas, y se preparan para la Exposición Permanente, cada pieza en su vitrina correspondiente; hacer una vitrina lleva un trabajo de un mes para piezas históricas.

Y de ahí pasamos al Taller de Restauración donde vemos algunas piezas en sus maniquíes que aprovechando el desmontaje de verano, pasan a ser revisados por si necesitan algún cuidado.

Almacenes

Después de cada uno de los talleres, pasamos a la zona de almacenes, con un sinfín de armarios compactos, de diferentes tipos, según las necesidades de cada conjunto de piezas en los que se almacenan desde alta costura a indumentaria tradicional.

Colecciones

Entre las colecciones que alberga el Museo pudimos ver la dedicada a Mariano Fortuny donada por Amancio Ortega, y otras como la de Pedro Rodríguez, o la recién adquirida en este año de Felipe Salgado.

De la colección de Mariano Fortuny pudimos ver el mítico Delphos con sus pliegues inimitables perfectamente enrollados, sus cristales de Murano y los fascinantes colores naturales; y la túnica Eleonora, de terciopelo con estampación con estarcidos. Es emocionante apreciar la calidad del trabajo de cada pieza, los colores naturales se mantienen perfectamente sorprendiendo por su brillo como el rojo del otomano. Sin duda la visita merece la pena.

Al ver estas colecciones Juan nos cuenta como gran parte de los talleres textiles en España desaparecieron con la llegada del pret a porter. Toda la fuerza textil de España, anclada en el mundo musulmán que trajo nuevas técnicas textiles, que se desarrollaron en España durante siglos convirtiéndola en un referente textil en toda Europa, es dilapidada con la urgencia de pasar a la producción industrial. Un ejemplo de esta tradición son los bordados de Pedro Rodríguez, un creador olvidado al no haber sabido crear una imagen de moda española en el momento en el que otros países como Italia supieron aprovechar. Algo por lo que todavía seguimos luchando.

Aparte de todo el material textil, el museo alberga gran cantidad de piezas antiguas como cartelería, cerámica, juguetes, utensilios, etc. Material perfectamente catalogado y a la espera de formar parte de alguna exposición o ser objeto de estudio por alguno de los muchos investigadores que pasan por los almacenes del museo.

Os invitamos a que os apuntéis a estas visitas guiadas, que estamos seguros que van a tener una gran acogida de público. Y acabamos dando las gracias a todo el personal del Museo que nos ha acogido en sus instalaciones, y al Museo por organizar una actividad tan interesante.

 

Más información:

La colección de moda más deseada se queda en España, Rafa Rodríguez, 17.05.2018. 

El Museo del Traje de Madrid, Rafael García Serrano, Director del Museo del Traje de Madrid en 2010

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